May 12, 2012

El libro más raro.

Llevo unos meses tratando de leer El Hombre Duplicado de José Saramago. Uno de lo más difíciles y pesados para leer. De Saramago no he podido tirarme dos libros al hilo, dejo pasar un tiempo y leo otro de él , pero este ¡¡Puta!! está tan raro, tan difícil, tan confuso, tan lento. Lo encontro "divagante" -si es que el término existe- de veras, no lo entiendo. Regreso páginas ya leídas y vuelvo a confundirme. Hasta este punto llegué a las siguientes concluciones.

Primera conclución: soy una burra o me convertí en una burra desde que empezé mis clases de Taekwondo, ya saben, las patadas voladoras, los gritos de coraje, las miradas amenazadoras y sobre todo las competencias cada seis meses por el primer lugar. Es decir, debo estar en buena condición física (no intelectual) para partirle su madre a los demás. Eso de cierta forma me hace una burra agresiva, lo que también afecta que no supere cuando Saramago empieza a divagar sobre Tertuliano Máximo Afonso, me acostumbre a la rápidez de los movimientos y controlar mis reflejos con el contricante, cosa que no sucede con la lectura, el exceso de detalles del narrador me descontrola.

Segunda conclución: Hasta la página donde sigo estancada Maximo Afonso no tiene nada que ofrecer a la vida, su vida monótoma, obsoleta o que se yo, es tan aburrida que no merece la pena ser leída. O me hace recordar que yo también tenía una vida casi sin sentido y lo rechazo. Hasta este momento yo también estoy divagando y debo una explicación. Maximo Afonso es el personaje principal del libro que un día vé una película y resulta que un actor de relleno es físicamente idéntico a él; busca y renta películas de la misma casa de filmación esperando encontrar en alguna de ellas nuevamente al actor, y este proceso es desesperante, porque es como encontrar la maceta que adorna el pasillo del edificio... es decir, ¿Cómo putas encontrás el nombre de un extra en una película si lo que nadie vé -nunca- son los créditos? Aquí, camaradas, es lo difícil del libro, tragarse la frustración del tipo que no encuentra a su doble, y esas preguntas tontas al vacío. Imposible!

Tercera conclución: ¡No quiero tener una doble! Ya saben los primogénitos somos así. Somos el experimento de paternidad. Si nos enfermamos de una fiebre nuestros padres muertos de pánico no nos bajan de neumonía o tuberculósis. Si nos pica un mosquito ya tenemos lepra y exigen el mejor tratamiento para su primer hijo. Somos los mimados hasta cierta edad, porque cuando crecemos (de edad por supuesto) nos toca bailar con la más fea, si el hermanito menor anda chillando ¿Quién creen que lo tiene que consolar? pues el hijo mayor. ¡Decile a tu hermano que te haga la pacha, estoy viendo mi novela patojo cerote! y ahí vamos los hijos mayores a ser de padres sustitutos. Como sea, hemos experimentado todas las etapas de poder y no queremos tener un doble. ¡Faltaba más! Por eso mismo, (supongo) no soporto el trauma del Máximo Afonso de andar buscando su doble, que falta de identidad. Aunque la curiosidad de mata de saber que le va a decir cuando lo tenga enfrente.

Otra conclución: ¿Qué se le puede preguntar a alguien fisicamente igual a uno? Pero bueno, fisicamente quizá igual, pero y de lo otro? Existe alguien exactamente igual , en ideas o pensamientos(??) Lo dudo. A menos que sucediera como en El Otro. Encontrarse muchos años después a uno mismo, más joven, el futuro hablandole al pasado. ¡Jueputa! ''Something else''. Y quizá eso es lo que va a pasarle a Máximo Afonso del hombre duplicado y por esa razón también me aburré el libro. Aunque sinceramente no creo que Saramago se haya fusilado el cuento de Borges, no vá por ahí el estilo. ¿O sí?

En fin... (conclu.....) Saramago es complejo, siempre lo fue, el maestro de la divagación. Puede que los años que he envejecido me tengan con menos paciencia para la lectura. Espero no terminar leyendo a Coelho. No sé que pensar pero trataré de terminar El Hombre Duplicado aunque esto me impida ser toda una Saiyajina... El Hombre Duplicado que libro tan difícil por dios!!