Zamia dice: "me preguntaba entonces si la vida era así en todas partes, qué tontería. Claro que para nosotras era Así En todas Partes, porque cuando cambias de lugar no cambias de vida, tu vida es tuya hasta el último segundo, y con ella arrastras tu marca de nacimiento". Suena a las fugas geográficas que transmite el cerebro para convencernos de que en otro lugar saldríamos de tal problema autómaticamente. ¿Cierto?
El Grito de Munch, es un pintura poco relajante, la mujer (¿?) tapandose los oídos, detrás de ella un caos y la mezcla de colores sin combinación es para alterar a cualquier ser humano que tenga un minuto de santa paz. (Interpretación filistea). Otra Lèros Pabellón 16, ¡jueputa! investigando días después del 'shock' , la imagen representaba también las habitaciones de los manicomios, la locura como escape, es decir, no son suficientes los sueños para pasear afuera de la realidad. ¡Qué mundo Señor!
(Tercero) Se acuerdan de Esto no es una pipa de Rene Magritte. Momento, yo veo una pipa. . . ¡Qué pincelazo de ocultismo nos dió Magritte! Entre ellos un cuadro de una roca gigante flotando sobre el mar y encima de ella un castillo (¿?) adherido a ella. Escapismo nuevamente. La realidad hace que el ser humano camine en surrealismo. ". . . como crítica de arte dejo comprobado que no me ganaría un pan"
La Cazadora de Astros de Remedios Varo,¹ (que por cierto no conocía) inspiró a Zoé Valdés a narrar una historia llena de paralelismo entre el presente de Zamia y la pintora en el pasado. El libro comienza con una visión frente al mar y un intercambio de palabras con Remedios y Zamia, que curiosamente las separa una dimensión mas no la muerte. Desde ahí la protagonista empieza una búsqueda entre la pinturas de Remedios y la conexión que éstas tienen entre su vida, dos mujeres que ven el mundo interior y exterior de la misma manera. Zamia interpreta los colores, los trazos, las medidas y figuras que tiene cada cuadro como interpretando sus sueños.
La Huída², hacía mella en Zamia, escapando en un automóvil hacia las alturas, la mujer sosteniendo el mango de un paraguas. La mujer que se convirtió en un sofá³ de tanto esperar, inmovible haciendose una con un objeto sin vida. La novela describe a dos mujeres que siempre quisieron llegar al centro de ellas mismas, al origen de sus vidas y en el transcurso usaban su talento para sobrellevar la pesadéz. Las dos en un mundo de artistas que no estaban acostumbradas al talento femenino, quizá la pintora más que la otra. Pero su propia satisfacción siempre era el mejor pago. Los que logran trascender para sí mismos y reconocen sus virtudes son dignos de entrar en el Nirvana, a los demás que se los chupe la bruja.
De Zoé Valdés, había leído El pie de mi padre, pero con esta novela se puede consagrar como una novelista. Juega con la vida de estas dos mujeres -Remedios y Zamia- intesamente, las saca de sus países, en el exilio las somete a pruebas de sobrevivencia entre ellas la tortura, las hace heroínas y cuando les ha dado la forma perfecta las presenta y las evidencia ante sí mismas. Las pone frente a frente, en sus dimensiones y espejos. Les oscurece la memoria como un cuadro del inconsciente y ahí las esculpe.
Lo más curioso de todo, parece que uno lee el principio al final y tal como diría Octavio Paz; Camino: lenguaje que se bifurca sin cesar y que no va a ninguna parte, salvo al encuentro de sí mismo.
5 comments:
Hola, La filistea, ante todo gracias por la viaita. Sé que habíamos coincidido en algún comentario en el blog del Kontra.Pero la verdad es que voy corriendo a todos lados y si por casualidad en ese mismo momento que leo na cosa no atarrizo en el blog correspondiente, luego se me olvida o me acuerdo años después.
Pero bueno, hoy sí pude sacar ese ratín y ACÁ ESTOY, y encantada de lo que veo, pues en verdad tienes un blog ameno y curioso, por el que me dejaré caer a menudo, pues me encanta leer y el arte en general; así que ver otras opiniones acerca de arte o textos será estupendo.
Me gusta la Valdés, aunque confieso que más a pasajes sueltos que en la trama de la historia en sí. Y Remedios Varo es genial, sus cuadros son verdaderas historias en sí mismas. No tenía ni idea de que Zoe la hubiese tomado como referencia.
El libro de la Allende lo tengo aquí, pendiente de leer, aunque confieso que he leído - en desorden- algunos capítulos, como el de Papá Noel y tal. Ví que el libro se prestaba a leerlo en plan Rayuela, sin orden, ( más o menos) y dije; al ataque, jajaja
Pero seré buena y lo leeré como dios manda. Ella lo merece
Te dejo un abrazo grande, y te linko desde casa. Gracias por haber venido.
què buenos sus comentarios, maestra, màs los de pinturas. y por supuesto, sobre la zoe. bien cabrona (la zoe y la filis filis tea) y me encanta lo del pabellòn 16 (nojueputa),
esa pintura me gusta. pienso que esos siete hombres son mis siete dìas de la semana, un tiempo de mi vida entre los mismos muros. Gracias. Gracias. Dejè los muros hace rato. que bien se siente.
abrazos.
Hola Filis. Excelente comentario, así dan ganas de leer, jejeje
Mira mi foto de perfil... tanto me perturbaba el grito que le hice algunas ligeras variaciones para poder convivir con élja
Feliz inicio de semana
Femme d chocolat
Claro, Bienvenida!
Pues ves, parece que Zoe, se quedó impresionada desde que vió sus pintoras, yo la verdad ni la conocía. Y como menciona tantos cuadros con anécdotas de la pintora en la novela, pues tenía que andar buscando las imágenes.
Exacto, el libro de Allende es casi mo La Rayuela.
Saludos.
Juan Carlos Lemus:
Mire pues, interesante descripción sobre Lèros Pabellón 16. Canija esa imagen.
Nancy:
Siiii, ya te ví. Híjole me gusta más tu cuadro, al menos pusiste alegría en el paisaje. Me gustó.
Saludos artista!
un pan no chica... un sandwich!!!
Excelente, bien tuanix la conección entre la obra de Valdés y el arte.
Saludos
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