Saramago, es a final de cuentas uno de los grandes monstruos de la letras, insuperable y hasta este momento le queda rebien la corona del Nóbel de Literatura. Sueno a fan descocada y recalcitrante pero eso sí, a mucha honra. Pocos libros o autores le sacuden a uno las pestañas y lo dejan pensando sobre el caos y la maldad de una forma tan profunda. Que se yo, hablar de Saramago no es fácil, leerlo tampoco, confieso que no puedo leer dos libros seguidos del escritor, es demasiado detallista, hay mucha información y la introspección es necesaria, total que cierro la solapa y no vuelvo a ser la misma (ej-kiujmi?) confíen en mi fanatismo, se los digo yo con conocimiento de causa.
A ver, prosigo,
Ensayo sobre la Ceguera, por ejemplo, y a pesar de las escenas tan fuertes es "indispensable" de leer, es decir, qué ser humano no quebranta un mandamiento cuando está harto de la injusticia, seré más explícita ¿Quién no mataría si se dá cuenta que se abusa constamente de los inválidos y se puede hacer un alto por mano propia? lean ESC y verán de lo que hablo. Sin contar, que no les hablé de Ensayo sobre la Lucidéz, la rebelión del los habitantes de un país que puede ser cualquiera de este redondito mundo, que en las elecciones decidieron votar en blanco, más del 70%, un principio pacífico de guerra alterando el 'orden' de los que siempre se sientan en la guayaba, es decir, le hacen capirucho a la dis-que-democracia. Otro libro por ahí,
Las intermintencias de la Muerte, un libro entretenido, uno se la pasa riéndose de la Muerte, nos llegamos a creer que la muerte se pondrá en huelga y nos dejará vivir por siempre, pero como el que ríe de último ríe mejor, pues nos quedamos en puras ilusiones, con la lección que sólo hay un sentimiento que puede parar a la Muerte.
Ahora bien, El Evangelio Según Jesucristo, es una novela que a pesar de que Saramago utilizó la plataforma del gnosticismo acerca de Maria Magdalena y Jesus, e hizo bastante énfasis en la relación marido y mujer. Aún con todo, el personaje -Jesús- puede verse por separado. Dividiéndo la novela en partes la primera sería una explicación detallada minuciosamente sobre la vida-costumbres de los judíos en ese tiempo dominado 'politicamente' por Roma, pasan muchas páginas para que Jesus nazca y aparezca en el cuadro pues todo gira alrededor de José y María que son dirigidos por Dios y sus mensajes con el fin de cumplir estrictamente sus deseos. ¿Recuerdan los detalles que se dá en libro de los Reyes, sobre el Templo de Salomón, o el tabernáculo-móvil, construído en el desierto y acerca de las ofrendas que se tienen que llevar para expiación?... Bueno, es aquí donde Saramago de una forma maestra recrea los sacrificios, o mejor dicho, las ofrendas de animales quemados, degollados etc, que los levitas chamuscan en el altar, en otras palabras sin tanto 'cuento canónico' Saramago le llama "carnicería que agrada a Dios", lo describe como un lugar donde corre la sangre, me imagino a los levitas manchados de sangre con los cuchillos en mano, cual vil carnicero de La Placita. Es decir, le quita el romanticismo sagrado que utiliza Pablo en la carta a los Hebreos, al explicar al ceremonia de los sacerdotes, sumos sacerdotes y ayudantes.
Ésta parte del libro concluye sin poner punto y capítulo dos, ya se sabe que Saramago no es muy dado títulos, pero . . . que los lectores hábiles y tzingones sabrán donde termina. Incluso la narración es pesada, o puede llegar a ser aburrida por la exageración de detalles, pero que son necesarios para saber por qué el método de crucificción fue uno de los éxitos hasta el día de hoy mayormente explotado para mencionar a Jesus. Si no, ahí está Mel Gibson que no me deja mentir.
Creo que la madurez para respetar una figura de peso pesado como Jesús, es el punto para no caer en novelas ordinarias o textos herejes que nada más sobresaltan la ignorancia de hablar de cosas que se desconocen a fondo. Desconozco razones personales que JS tuvo para poner a Jesús como un adolescente consciente de las injusticias, un muchacho listo que buscó la enseñanza, que iba tras la fuente de un motivo que justificara los decretos de Dios. Jesús no se confió en esperar que un ángel resolviera su conflicto con un mensaje divino, ni que Dios se presentara a hablarle sobre su futuro, fue más allá sin temor de convivir con el Diablo (cruz, cruz) . En pocas palabras, hasta del mal se aprende. ¿O no? Aunque el mérito lo sigue teniendo el autor que no tuvo problema en mezclar dos términos opuestos religiosamente hablando, "pastor y diablo", -aunque en sus horrorosas excepciones en Guatemala, el país del que yo vengo, no parece que estas dos palabras sean ajenas-. Ahora entiendo porque la Iglesia prohibió la novela, (lo pueden creer?, semos delicados).
Pensemos, los que hemos sido bombardeados desde pequeños con dogmas cristianos, los cuatro evangelios, y las películas de Semana Santa, estamos acostumbrados a la misma historia: Jesús nació, predicó, hizo milagros, lo crucificaron, murió, resucitó y se fue al cielo. Una historia imposible de alterar, 'diosnosguarde'. Bueno, después de la fama del Código Da Vinci, creo que muchos están más dispuestos a leer este tipo de cosas. Pero sigo pensando que éste libro hace la diferencia por su madurez, aunque lamentablemente no pase lo mismo con Dios en la novela. En suma, una divinidad que sigue pidiendo sangre, que sigue dividiendo, siendo clasista, racista, exigiendo más allá de las fuerzas del ser humano, pero (aguas) ésto último se debe también a las enseñanzas de los lideres espirituales que están dispuestos a utilizar el miedo para mantener sometido al rebaño.
Neguemos -dice el autor- que muchas de las muertes históricas han ocurrido por la creencia ciega en Jesús que está ligado a Dios, y esta es la duda de Jesús en gran parte de la novela. ¿Cómo puede él desligarse de las muertes que ocurrirán por su causa? Poniendo orden gráfico sería lo siguiente:
(a) Dios + Jesus = Religión + Dogmas = Fanatismo + Obediencia ciega = vender tu libertad de pensamiento.
(b) Decisiones propias + Rebelión = Pecado = Muerte.
Y en una parte importantísima de libro con mucha paz y serenidad Dios admite las muertes que vendrán en nombre de Jesus, cargándole más la conciencia al Nazareno que por poco y se nos muere en plena barca, dice Dios:
Después hijo mío, ya te lo he dicho será una historia interminable de hierro y sangre, de fuego y de cenizas, un mar infinito de sufrimientos y de lágrimas: Adalberto de Praga, muerto con una alabarda de siete puntas, Águeda de Sicilia, muerta con los senos cortados, Anastacio de Salona, muerto en la horca y decapitado, Beatriz de Roma, estrangulada, Clemente, ahogado con un ancla al cuello, Cristina de Bolsano, muerta por todo cuanto se pueda hacer con muela de molino, rueda, tenazas, flechas y serpientes, Genaro de Nápoles, decapitado tras lanzalrlo a las fieras y meterlo en un horno, Juana de Arco, quemada viva. . .
Y en orden alfabético, resumido lo más posible, desfila esta variedad de personalidades que murieron a causa de Jesus o defendiendo una religión impuesta. Sin, (ojo) los que hasta la fecha siguen siendo víctimas de discriminización por no pertenecer a la grey.
Si le quitamos a Jesús lo que popularmente se nos ha enseñado, o más aún, si tiramos el miedo a la herejía para escudriñar (pssss) sus enseñanzas, encontraremos a un hombre que enseñó más cosas en vida y que por mucho que simpaticemos con él, siempre vamos a encontrar posturas cuestionables. Siguiendo la línea de Saramago, Jesús es alguien que desde niño conoce bien su "Meandros" o al menos alguien que sabe utilizar su regulador, por eso llega a la cruz convencido y resignado como instrumento del Colocho. Consciente también que no es justo hacer morir a un hombre dos veces, (pág 473).
Bueno, ni incluirán este Evangelio junto a los otros cuatro, no es necesario pienso yo, pero si es importante que se siga escribiendo sobre figuras como Jesús, Buda, Mahoma etc, si temer a la providencia ni las autoridades eclesiásticas, sin temer a fanáticos chupamedias o almas atormentadas por golpes de pecho, sino temiendo a nuestra propia censura que ése si sería el mayor pecado cometido contra nosotros mismos.
Disfruten el libro. . .
José Saramago.
El Evangelio Según Jesucristo.
Editorial Santillana.