April 22, 2009

TRANS 2.0: Las nueve de la noche





Las nueve de la noche es una buena hora para tomar un bus, hay más espacio, igual se va parado pero es distinto. A las nueve de la noche, el calor de un bus, es casi humano.

Se sube uno distinto, quien va ahí recostado en el tubo no es él, es un otro.

No hay mucho por buscar en sus ojos, el párpado marchito y un tanto más oscuro no dice nada, a nadie le dice nada, no hay ánimo de escuchar.


Pesa demasiado un bus a esa hora de la noche, el motor se escucha fuerte, es el silencio de las manos apretándose al tubo el que lo hunde, el que lo hace crujir.


La luz se refleja también cansada, como un caracol pegado en la ventana.

Todos regresarán, todos.

Llega entonces la parada, inevitable.


El otro camina, sabe hacerlo, sabe acelerar el paso sin hacerse evidente, sabe muy bien que no se le puede ver, su mirada debe ser rápida y asesina, que no se vea la esperanza de corazón tibio ni su piel echándose color.


Sabe muy bien el otro que debajo de los puentes, en las esquinas, en las curvas pegajosas de la noche, está la muerte vigilante, un parpadeo extenso, un apretar la bolsa, un algo de más en el cristal del ojo es suficiente.


El miedo es de saber guardarlo, cuidarse de no dejarlo caer, que se parezca al cansancio pero jamás al miedo, que no se vean las pupilas dilatadas.


Y no es la paranoia de la foto de un cadáver en el suelo ni los sonidos lejanos de una semiautomática parabólica de la noche, no se trata de ponerse trágico, se sabe, se intuye que en el mejor de los casos casi todos llegarán a su casa a escuchar noticias, a prender la tele.


No se trata pues del temor a la muerte, sino del rito, de la danza oscura de los que suben a un bus a las nueve y se aferran a un tubo con los restos del día, se sabe, sin mucho, que entre todo esto también ha de tener sentido vivir.



5 comments:

Unknown said...

que buen performance.. jajajaa

Pedro J. Sabalete Gil said...

Doy por perdido horientarme en el índice porque empecé a leerles a trompicones.

Aún así esta Rayuela tomará sentido.

Pero te disfruté mucho, siempre sorprendido como cuando leo a grandes escritores. Te disfruté no aferrado a un tubo con los restos del día deshaciéndose sino amarrado un ratón mientras el sol baraja amarillos en el horizonte: un día espléndido.

Feliz día del libro.

Gracias y abrazos.

EL ENMASCARADO said...

Buena Idea esto del Open read.
Felicitacion mi amiga!
Buena muestra de coordinacion y cooperacion.

Johan Bush Walls said...

SPAM

Ya está en el aire el capítulo 2 de su novela del martes, no se la pierda.

Salú pue.

cavpollo said...

("Gracias por diezmar su tiempo", jajaja)

Me gusto la corta historia de una noche. Se puede sentir el cansancio, indiferencia y el temor que carga dia a dia.