August 26, 2009

Marcela Serrano.




Leí por primera vez a Marcela Serrano en su novela: Lo que está en mi corazón (2001). Frase que según ella utilizan las mujeres mayas al terminar un relato. El argumento bastante romántico y ligero. Una mujer viaja a Chiapas para enterarse de la vida revolucionaria de un grupo diferente de visionarios, los que están en la lucha campesina y acerca de los métodos de silencio que se utiliza para intimidarlos.

En su libro: Para que no me olvides (1993), Blanca la protagonista es afectada por la Afasia. Ella no puede hablar, ni leer, aunque, si está consciente de todo lo que pasa. Y dentro de su organismo lisiado escoge un cubículo importante: la memoria. Hace un rastreo por esos laberintos y escoge los momentos que cambiaron su vida acomodada y lejana a toda miseria, para encontrar respuestas -y aquí viene lo extraño- a preguntas que jamás se había hecho. ¿Increíble o incoherente? No. Porque vivimos en una sociedad llena de cicatrices, cargando con las consecuencias e incluso castigos que probablemente no merecemos. Y estas "consecuencias" generan más preguntas que si se buscan los orígenes, seguro aparecerán los autores de semejantes 'obras'.

¿Cual fracción del "pie chart" visitó Blanca que la consternó? La de los pobres, las madres viudas e hijas de desaparecidos, los que se acuestan cada noche pensando en esa parte fundamental de su familia. El método menos convencional que sirvió de pantalla para ella fue un romance, ella como muchos no tuvo la dicha de nutrirse (¿nutrirse?) intelectualmente con documentos e historia de su país, o conocer los sufrimientos de los de abajo. Los de abajo, -remarco- aunque no todos por carencias ecónomicas sino carentes de lo que más se necesita: la Justicia.

La escritora tocó una pequeña capa, no se atrevió a indagar con fechas, ni documentos confiables, pero, le funcionó con la protagonista pues la bajó de escalón para convivir y enamorarse de los oprimidos, de aquellos que tienen el alma en pequeños fragmentos y algunos de éstos visiblemente dañados.

3 comments:

Nancy said...

Qué interesanate, Filis. Ya me hacía falta mi dosis de cultura tomada de tu blog. Yo leí Antigua vida mía y El albergue de las mujeres ¿solas o tristes? (sorry, tuve un lapsus brutus).
¿Cómo estás, mujer? Te dejo porque me falta mucho por leer. Apapachos

PROSÓDICA said...

Filis, vengo con la cola entre las patas por que hace ratos no venía, pero heme aquí, haciendo presencia.

Aunque leí el post y me gustó, esta vez comento primero sobre tu nuevo look de perfil, eso mamaíta, hecha toda una flor de loto. Me encanta!!!, es mi flor preferida y ya tengo determinado que me haré el tatuaje... ¿qué te parece?. Me lo está diseñando una mi cuata que también se tatuó una flor de loto.
Segundo, me gusta mucho la frase de Julian Carax que pusiste... grande, grande. Me dijeron hace porquito que mis blogs son demasiado "transparentes". Reí. Por que es curioso como cada cabeza es un universo y para mi los sentimientos y agarrar datos de mi día a día y volverlos historias es de lo más común sin ser necesariamente real, en cambio para mí, una reseña delata mucho más que un poema, un cuento o una historia. Curioso, no?... por eso no hago reseñas jajajaj, así sí me siento expuesta verdaderamente... e imagino que por eso, vos no haces poemas tan seguido y te echas un tu par de cuentos de vez en cuando.

Abrazotes mega flor!!

la-filistea said...

Hola Nancy!
Estoy bien gracias!!
Fijate que sólo esos dos libros de Marcela Serrano he leído. El que mencionás se llama El Albergue de las Mujeres tristes. Me ha llamado la atención saber de las escritoras latinoamericanas.
Apapachos de vuelta.

Prosódica:
Bienvenida siempre!!.

Tatuaje? de esos que duelen o de los que se pegan con tape? :o). ¡eso duele!

La Flor de Loto, es bonita, a mi me gustan las flores que esten sembradas, pensándolo bien si pudiera escoger una sería los claveles amarillos te gustan a vos?

Los libros son 'clave' para entender mejor la vida y nos hacen menos brutos.

Abrazos.