Dicen que en los momentos difíciles y pérdidas irreparables hay una puerta que se abre para el escape, o llamémosla un método de solución. Una enseñanza de triunfo es la que nos da la escritora y periodista Raquel Heredia en su libro Los Hijos de Luna.
Más que una historia de drogas y resultados mortales, ella encontró la fuerza, en dos personas importantes, para relatar, en unas cuántas páginas, la admirable historia en la que los protagonistas principales son dos niños que se quedan desamparados tras haber perdido a sus padres adictos a la heroína.
Si bien, el libro (a simple vista) puede clasificarse en los estándares de las historias que te tienen a moco tendido durante toda la lectura, rompe el esquema en pedacitos al enseñarte que la fuerza del amor consanguíneo está tan sólidamente estructurada que te capacita “inconscientemente” para hacer a un lado el dolor y continuar con la misión asignada.
Sí, la escritora nos abrió las puertas de su casa y corazón, presentándose como una abuela sabia que lucha en cada instante por la tutela de sus nietos, sin recriminaciones, con más experiencia, jugando el papel más importante de su vida junto a los que ella llama “nómadas a la fuerza”.
Una historia tan real, sin tonos de amargura ni autorreproches, que sabiamente muestra, en cada línea, que las drogas no afectan solamente al que las consume y muere, al contrario, es como el polen que se arrastra para posarse en cada uno de los que rodean al adicto.
La narración de una nueva vida que empieza con más de setenta años, la responsabilidad de responder a todas las preguntas de dos niños que han quedado en total desamparo, y la sabiduría agudizada que Raquel Heredia nos regala en este libro, nos dejan la figura tridimensional de una mujer-abuela-madre competente que no se rindió y encontró de nuevo la motivación para seguir viva.
Estas son historias que deben ser leídas, no solamente por madres que han perdido a sus hijos en la drogadicción, si no, por todos los que necesitamos una historia de ímpetu que deje una buena lección.