September 30, 2008

Una escena más:

Mis venas no terminan en mí, sino en la sangre unánime de los que luchan por la vida, el amor, las cosas, el paisaje y el pan, la poesía de todos.
-Roque Dalton-

No fue a ella, eso nos queda claro. Pero ella también sintió el impacto, partiendo cada uno de los tejidos suprarrenales. Se quejaba de la misma forma que ese moribundo; ¡Ella también estaba moribunda!. La rodeaban igual número de curiosos que a él, aunque con exclamaciones diferentes. Mientras se le escapaba el alma del cuerpo, pensaba en su familia; el dolor insoportable de la 45 alojada debajo del diafragma la desangraba por dentro.



Digamos que a él ya no le importaba el dolor. No lo sentía más, roto el último hilo delgado de la vida, se internó en el túnel. Ese túnel que le robó las fuerzas, pues ahora la inercia lo llevaba de la mano a lo desconocido.

Ella también quizo irse, pero la munición no estaba en ella, eso nos queda claro.
5.15 p.m, hora del deceso de él.
5.15 p.m, ella seguía ganando la batalla de la vida.

Una de las ambulancias apagó las luces y espero al cuerpo de forenses para llevar al muerto. Otra de las ambulancias seguía intentando convencerla que ella no tenía nada.

Nos queda claro que ella no había sido la herida, pero. . . ¿Cómo convencerla?

Se redujo el número de fisgones del él; aumentaron los de ella, entre risas y murmuraciones (¡Qué rápido olvidaron el muerto!).

¡Está loca! -decían- No tiene nada.

Un testigo clave, dijo que los dos cayeron al mismo tiempo, que sólo escuchó un disparo; el herido es él. Pero ella se quejaba de la misma forma, con misma mirada asida a la conciencia.


Nos queda claro que ella no sufrió el ataque. Podía levantarse, tomar su cartera, irse a su casa, lavarse la cara y olvidar. ¿Por qué seguía fingiendo ser la herida?; ¡No lo hemos visto antes!.

Él, con una sábana blanca que cubría su humanidad ahora cadáver.
Ella, cubierta de acusaciones risibles. ¡Ridícula! ¡Hipócrita! decía otro testigo clave. Los domingos no atienden los psiquiatras, levántese y déjese de payasadas; no fue a usted.


La ausencia de saliva la estaba matando. Sentía estallar su riñón, como la sangre se coló por las paredes del estómago y subía a su garganta. Vomitaba sangre, horror, miedo, impotencia, ira y solidaridad por el muerto que no conocía.

Los paramédicos la dejaron allí, su pulso y presión no alterada.
8.15 p.m fin del espectáculo.


Ella, sin embargo, suplicaba ayuda; la bala que hirió al desconocido era para ella también. Uno que otro merodeaba, para la mayoría era un muerto y una loca más. Se sintió sola, caminó hacia su casa y al fín pudo llorar. No eran lágrimas de dolor, pues el proyectil no la atravezó a ella, eso nos queda claro.

De ahora en adelante tendría que vivir con la bala asesina dentro de su cuerpo, la misma que se llevó a ese desconocido que jamás supo quién era. Lo único que tenían en común, era la bala que a él lo mató y a ella le cambió la vida.


**ahora sí, fin del espectáculo**






24 comments:

Julio Serrano Echeverría said...

Hay Filis, sus palabras-proyectiles también atraviesan mi pecho, emocionado ante tus palabras, conmocionado con tu relato, engasado con su amistá... mi abrazo público...

Indigo said...

Ña Filis...¡Que Bárbara! Sin palabras... ese escrito nos hará a mas de alguno sentir la bala... mis respetos, wow.

Unknown said...

Interesante forma de escribir.
Saludos.
J. Tineo

Anonymous said...

Con su permiso... he aprovechado este tiempo muerto de tantos, para leerle. En este país un muerto más o uno menos, lo único que pone el grito en el cielo, es la sangre negra de la tierra, no la roja. Un saludo, de vez en cuando paso por la tierra de los incircuncisos.

PROSÓDICA said...

requetecontrabonituchis Dalila!!!. Puchica hombre, me voa a veni pa ca pa ver si algo se me pega ajajaja.

Pienso que en tu escrito has descrito lo que es amar la vida en sí, no estar vivo, sino la vida. Amarla tan profundamente que te duela en el alma lo que le pase a tu vecino, amarla tanto que indigne el olvido de lo injusto.....

:) yo quiero ser igual de ridícula y loca que la mujer de tu relato.

la-filistea said...

Serrano Julio: Gracias por tus palabras, en verdad las aprecio mucho!. Otro proyectil-abrazo que llegue hasta la lluviosa Guatemala.

Índigo: Talvez en nuestros atacados países y hasta curtidos de tanto muerto ya hemos perdido la sensibilidad y creo que preferimos otros espectáculos.
Saludos Ña Índiga!

Juan Tineo: Tengo una duda? es usted Juan del Bronx?. Gracias por venir y un saludo afectuoso a su esposa!

Ciudadano Cero:Porque la sangre negra sirve para más cosas y es más atractiva al sufrir la transformación en brillantes billetes! Por eso mismo!
Bienvenido a la orden Chisgarabís.

Proso: ¡Ja, ja!, la primera vez que me saludaste me dijiste Dalilah, (gruesa esa chava). Asi mismo, como tus palabras, si se ama la vida en todas sus representaciones se ama la de otros.
Cuidate!

Johan Bush Walls said...

Aquella mujer se quedó conmocionada, el ruido de la detonación la desequilibró, nunca supo que había pasado, "¿fue a él?, ¿fue a mí)", en todo caso, "en donde quedó la balita", fue lo que dijo.

Salú pue maestra filistea, siga cortando cabelleras.

Anonymous said...

Muy buen escrito filis.

Te felicito.

:O)

Este cuento me recuerda a un poema, que escribi hace mucho:

Moriré por ti
Cuando no tengas respiros
y no brote en tu mirada
el incienzo del paisaje
en el silencio de tu ausencia.


El poema de Roque es completo y me agrada que lo hayas escogido:

También mi sangre bulle
y río por los ojos
que han conocido el brote de las lágrimas.
Creo que el mundo es bello,
que la poesía es como el pan,
de todos.



Abrazos.

Alfarero.

EDS said...

Simplemente impresionante prima!!. Como te dije una vez "animate a escribir", creo que cuando te permitis fluir a traves de lo que escribis sin detenerte, podés hacer muchas cosas increibles como esta.

En cuanto a Roque Dalton, casualmente he estado leyendo algo de él pero me impresiónó aquel poema que dice:

"Poesía, perdóname por haberte ayudado a comprender que no estás hecha solo de palabras"

Maravilloso lo que escribía el traicionado Dalton.

Abrazos y sobre todo mi mas sincera admiración por ese don que tenés para escribir.

Miss Penny Lane said...

wow wow!! a las mujeres siempre nos dicen locas, no?
me encantó me encantó!!!
bezos!/

Pirata Cojo said...

La sociedad está enferma de morbo y apatía, tu historia es tan real, hasta ubiqué el callejón de la zona 5 donde ocurrió, algo cerca ed la 27 calle y 12 avenida.

Abrazos

Leyla said...

extraña forma de perder la virginidad...Pero me quedan dudas al respecto con l fin del espectáculo. El espectáculo era el muerto? O el espectáculo era el espectador?

Alexia said...

O talvez, si conocia al desconocido...

Me caes mal, ya sabes verdad?

TEA CUP CLUB said...

NO HAY NADA COMO AMAR LA VIDA PATOJA.

INTERESANTE TU ESCRITO

ABRAZOS

Veronica

EL ENMASCARADO said...

Un CONTAGIO EMOCIONAL.

Dolor a primera (y ultima) vista.
saludos vos.

Juan Carlos Lemus juancarloslemus3000@gmail.com said...

hola,
interesante relato. el final del espectáculo es el que siempre abre posibilidades, tal como aquí lo lográs,

saludos

Pedro J. Sabalete Gil said...

Ahora sí lo he leido como se debe hacer despacio, lo que deberías entenderlo como un halago.

Rasgo de novela negra. Se hizo la muerta porque sabía que esa bala era para ella. Un desconocido la recibió antes y su vida, inevitablemente, ya sería otra.

Un placer, leerte amiga.

Prado said...

ahora sí se murió mi buen ánimo .

Anonymous said...

Buen día. Para mi el arte era una practica, pero con el tiempo empecé a pensar en el sentido que tenía, y sobre todo el de la creación. La literatura sin un origen es un esteticismo absurdo, y como he dicho en otros lugares, en cierta temática es científicamente absurda.

Para mi el arte es dibujar las cosas con una profundidad filosófica, también original, y ser original es volver al origen, como decía Gaudí. Eso, desde Guatemala, hizo interesante la obra de Monterroso, Asturias, Cardoza y Aragón, y en otras artes la de Orellana, Recinos. Lamentablemente lo que uno puede mirar en Guatemala, que pueda describir y retratar artísticamente, más fielmente que la filsofía, no es precisamente agradable.

Entiendo esas horas de espera, esas horas largas, y he visto de cerca los calibres 45 también, la sangre, y muchas cosas de cerca, y su escrito me parece muy interesante. Ese arte para mi, es el que trasciende y el que apreciarán las futuras generaciones.

Saludos.

La Chachi said...

Solamente paso dejandote un abrazo.

Denise Phé-Funchal said...

Mano, manooooo qué bueno está esto :), me gusta, me gusta cómo escribe mi querida Filistea, un abrazo!

Anonymous said...

**ahora sí, fin del espectáculo**

y Filistea no volvio a escribir mas.

Prado said...

se te extrañaba.

mucho.

EDS said...

Que pasotes prima, y yo que crei que solo yo andaba perdido poray. Te esperamos pues, muchos abrazos.